Por Juan José González Nogueiras
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30 de enero de 2025
La eutanasia de animales de compañía con la nueva Ley de Bienestar Animal en España La Ley 7/2023, de 28 de marzo , de protección de los derechos y el bienestar de los animales, ha supuesto un cambio significativo en la normativa española en lo que respecta al tratamiento de los animales de compañía, incluyendo la regulación sobre la eutanasia. Con esta nueva legislación, el sacrificio de animales se prohíbe de manera general, estableciendo excepciones muy concretas en las que sí puede aplicarse la eutanasia. Este artículo analiza cómo queda regulada la eutanasia de animales de compañía en España tras la entrada en vigor de esta ley, los casos en los que está permitida, el procedimiento que deben seguir los veterinarios y las implicaciones para los propietarios de mascotas. Prohibición general del sacrificio de animales Uno de los cambios más importantes de la Ley de Bienestar Animal es la prohibición general del sacrificio de animales de compañía. Esto significa que ya no se puede recurrir a la eutanasia por motivos como el abandono, la falta de espacio en refugios o la incapacidad de un dueño para cuidar a su mascota. Hasta la entrada en vigor de esta normativa, en muchas comunidades autónomas se permitía el sacrificio de animales en perreras y protectoras si no eran adoptados en un determinado plazo. Con la nueva ley, esto ya no es posible, y se fomenta la adopción y el cuidado responsable como alternativa. Sin embargo, la ley sí contempla algunos supuestos en los que la eutanasia puede llevarse a cabo de manera legal. Casos en los que se permite la eutanasia de animales de compañía La normativa establece que la eutanasia solo está permitida en circunstancias excepcionales y siempre bajo la supervisión de un veterinario colegiado. Estos son los casos en los que la ley permite la eutanasia: Sufrimiento irreversible del animal Si el animal padece una enfermedad grave, crónica o incurable que le provoca un sufrimiento constante e irreversible. Si su calidad de vida está severamente comprometida y no hay tratamientos disponibles que puedan aliviar su dolor. Peligro para la salud pública o la seguridad Si el animal representa una amenaza real para las personas o para otros animales debido a un comportamiento agresivo que no puede ser corregido mediante tratamiento o rehabilitación. En casos de enfermedades zoonóticas graves, cuando el riesgo para la salud humana es inminente y no existen alternativas para el control de la enfermedad. Control de especies invasoras o por razones medioambientales Cuando el animal pertenece a una especie considerada invasora y su permanencia en el entorno podría causar daños significativos a la biodiversidad o el ecosistema. En todos estos casos, la eutanasia debe estar debidamente justificada y documentada por un veterinario. El papel de los veterinarios en la eutanasia Los veterinarios son los únicos profesionales autorizados para llevar a cabo la eutanasia de un animal de compañía. Con la nueva ley, su papel se vuelve aún más relevante, ya que son los responsables de determinar si la eutanasia está justificada según los criterios legales. El procedimiento debe seguir los principios del bienestar animal, garantizando que la muerte del animal se produzca de manera indolora y sin sufrimiento. Para ello, se deben utilizar métodos de sacrificio humanitarios, como la inyección de barbitúricos, que aseguran una muerte rápida y sin dolor. Además, la ley establece que los veterinarios deben documentar cada procedimiento de eutanasia, justificando las razones por las que se ha realizado y notificándolo a las autoridades competentes si es necesario. Implicaciones para los propietarios de mascotas Para los dueños de animales de compañía, la nueva ley implica una mayor responsabilidad en el cuidado de sus mascotas. La eutanasia ya no puede considerarse una opción por conveniencia, sino únicamente en casos en los que la salud o el bienestar del animal lo requieran. Algunas de las implicaciones más importantes para los propietarios son: Mayor compromiso con el bienestar del animal: Los dueños deben asegurarse de proporcionar una buena calidad de vida a sus mascotas, incluyendo atención veterinaria adecuada. Imposibilidad de sacrificar animales sanos: No se puede recurrir a la eutanasia simplemente porque el dueño ya no pueda hacerse cargo del animal. En estos casos, se debe buscar la adopción o entregarlo a un refugio. Decisión compartida con el veterinario: Si un animal está gravemente enfermo o sufriendo, la decisión de practicar la eutanasia debe ser tomada en conjunto con un veterinario, quien evaluará si la situación cumple con los criterios establecidos en la ley. Alternativas a la eutanasia Dado que la eutanasia solo puede aplicarse en casos muy concretos, es importante que existan alternativas para evitar el sufrimiento de los animales y garantizar su bienestar. Algunas de las principales alternativas incluyen: Cuidados paliativos Para animales con enfermedades crónicas o terminales, se pueden aplicar tratamientos paliativos para aliviar el dolor y mejorar su calidad de vida. Esto puede incluir medicación, fisioterapia y ajustes en su entorno para hacer su vida más cómoda. Rehabilitación y modificación de conducta En casos de comportamiento agresivo, es posible recurrir a entrenadores y especialistas en comportamiento animal para intentar corregir la conducta antes de considerar la eutanasia. Así como la medicación prescrita por el veterinario en caso necesario. Adopción y acogida Para los dueños que no pueden seguir cuidando de su mascota, existen asociaciones y refugios que pueden ayudar a encontrarle un nuevo hogar. También se promueven las casas de acogida temporales como alternativa a la eutanasia. Críticas y debates en torno a la ley Aunque la Ley de Bienestar Animal ha sido bien recibida por muchas organizaciones de protección animal, también ha generado debates y críticas, especialmente entre algunos sectores veterinarios y propietarios de animales. Algunas de las principales críticas incluyen: Limitaciones para los veterinarios: Algunos profesionales consideran que la ley podría restringir su capacidad para tomar decisiones clínicas en beneficio del animal. Falta de recursos para proteger a los animales abandonados: Con la prohibición del sacrificio en perreras y protectoras, algunas organizaciones temen que no haya suficientes recursos para cuidar a los animales sin hogar. Dificultades en la aplicación de la normativa: Algunos expertos señalan que la ley no deja completamente claro cómo se deben manejar ciertos casos, como los animales con problemas de conducta severos. A pesar de estas críticas, la ley representa un avance significativo en la protección de los derechos de los animales y refuerza la idea de que las mascotas deben ser tratadas con respeto y dignidad. Conclusión La nueva Ley de Bienestar Animal en España establece una regulación mucho más estricta sobre la eutanasia de animales de compañía, limitándola a casos específicos en los que el sufrimiento del animal es irreversible o existe un peligro para la salud pública. Con esta normativa, se busca erradicar el sacrificio innecesario de mascotas y fomentar la adopción, el cuidado responsable y la búsqueda de alternativas que garanticen el bienestar de los animales. Para los propietarios de mascotas, esto implica un mayor compromiso con su cuidado y la obligación de buscar soluciones responsables en caso de no poder atender a su animal. Para los veterinarios, supone una mayor responsabilidad en la toma de decisiones sobre la eutanasia, asegurándose de que se realice únicamente en los casos permitidos por la ley y siguiendo procedimientos que minimicen el sufrimiento. A pesar de algunas críticas, la ley supone un avance importante en la protección de los derechos de los animales y refleja una mayor concienciación social sobre la importancia de tratarlos con respeto y dignidad.